Muchas zonas de Asia están económicamente subdesarrolladas. Un elevado porcentaje de la población del continente se dedica a la agricultura, pese a lo cual gran parte de la actividad agrícola se caracteriza por cosechas y productividad laboral relativamente bajas.
AGRICULTURA
La mayor parte del suelo asiático resulta inadecuado para la agricultura: menos de la tercera parte es de uso productivo. En general, la unidad básica de producción es la aldea, no la granja. Al sur, sureste y este de Asia, la agricultura se caracteriza por tener pequeñas parcelas en llanuras aluviales, demasiados habitantes en muy poco terreno, producción dedicada en su mayor parte a la subsistencia, altas tasas de arrendamiento (excepto en los países comunistas), fuerte dependencia de los cereales y otros productos alimenticios y tecnologías anticuadas. El arroz es el alimento básico del sur, sureste y este de Asia. Normalmente crece en condiciones de humedad. En el sur y sureste de Asia las cosechas son relativamente bajas, las instalaciones de regadío controlado están desigualmente desarrolladas y se practica el doble cultivo. Sin embargo, en India y Pakistán los sistemas de regadío y la introducción de variedades de semillas de alto rendimiento desde la década de 1970 han ayudado a estabilizar las cosechas anuales y a incrementar significativamente la producción total. En la actualidad, Pakistán exporta arroz, mientras que Japón ha demostrado cómo se puede conseguir un gran incremento en las cosechas y la producción de arroz mediante la introducción de variedades de alto rendimiento, la cuidadosa administración del agua, la aplicación de fertilizantes y la eliminación del latifundio en un sistema agrícola todavía basado en las pequeñas granjas.
Las nuevas variedades de arroz, altamente productivas, se han distribuido extensamente en muchas partes del Sureste asiático, así como en India y Pakistán, desde finales de la década de 1960 (la llamada ‘revolución verde’), y la producción se ha elevado, aunque no tanto como se esperaba. La media de las cosechas arroceras de India, Tailandia y Myanmar sólo alcanza la tercera parte de las cosechas de Japón. En el primero de estos países, la introducción de variedades de trigo de alto rendimiento, desarrolladas en México, ha tenido un impresionante impacto en las cosechas de ciertas áreas: el trigo es ahora el segundo cultivo más importante del país.
MINERÍA
La minería es una actividad importante en la mayoría de los países asiáticos y un capítulo fundamental en las exportaciones de otros muchos: hay manganeso en India, estaño en Tailandia e Indonesia (ambos producen la mayor parte de las existencias mundiales de dicho metal) y mineral de cromo en Filipinas. El mineral de exportación más importante de Asia, sin embargo, es el petróleo; el Sureste asiático y, en especial, el Oriente Próximo contienen las mayores reservas petrolíferas del mundo, con la excepción de Rusia. Indonesia, y recientemente China y Malaysia, también son países exportadores. En Asia meridional (Bangladesh, Pakistán y cerca de la costa occidental de India) se explotan modestos yacimientos de petróleo y gas natural. La minería de carbón también es relevante en China, Siberia central y oriental, el noreste de India, Irán y Turquía. Otros minerales significativos son el hierro, el manganeso y el tungsteno en China; azufre, cinc y molibdeno en Japón y oro en Uzbekistán y Siberia.
ENERGÍA
Aunque la producción total de energía se ha incrementado mucho desde la década de 1960, su consumo per cápita sigue siendo muy bajo en la mayoría de los países asiáticos. Los países con mayor desarrollo económico, como por ejemplo las antiguas repúblicas soviéticas, Japón, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong, Malaysia, Kuwait, Turquía, Israel y Arabia Saudí tienen unos niveles de consumo entre moderados y altos. Las fuentes de energía en muchas regiones dependen de los recursos locales, en particular de la madera. En el suroeste de Asia la fuente de energía dominante es el petróleo. El potencial hidroeléctrico de la India es enorme: más de la mitad de la electricidad generada en el país procede de la energía hidráulica. No obstante, la mayor parte de la demanda de energía de la India rural aún se cubre con la combustión de estiércol, madera y carbón vegetal. En el Sureste asiático la producción de petróleo es considerable, como en Indonesia y Brunei, pero la energía hidroeléctrica y la madera siguen siendo las principales fuentes de energía domésticas. China y Japón han demostrado que las centrales hidroeléctricas a pequeña escala pueden proveer de energía de manera efectiva a pequeñas ciudades y áreas rurales. Al parecer, China posee unas 90.000 pequeñas centrales hidroeléctricas en funcionamiento accionadas únicamente por la corriente fluvial (sin presa), situadas en su mayor parte en China meridional, además de unas veinte centrales de mayor magnitud. No obstante, el carbón sigue siendo la principal fuente de energía en China. En Japón lo es el petróleo, si bien casi todos los productos petrolíferos son importados. La potencia hidroeléctrica de Siberia es inmensa, aunque sólo recientemente se ha empezado a explotar.